El pueblo Maldito
- oscuridad
- 10 abr 2017
- 3 Min. de lectura
Una leyenda basada en la historia del "bulero"
La historia que a continuación relataré es quizas para muchos uno más de los cuentos y leyendas de honduras, pero para otros, ésta es una historia verdadera que sucedío hace muchos años en el municipio de Gracias, departamento de Lempira.
Todo comenzo en la cantina del pueblo que siempre estaba llena de hombres borrachos, donde también acostumbraba jugar sus partidas de naipes la esposa del alcalde. Ese día, el oponente de la dama era humilde vendedor de "bulas" como se les llamaba a los permisos que la iglesia extendia para poder comer carne los días prohibidos, quién acostumbraba a postar en los juegos de azar después de terminar su jornada de trabajo.
Mientras se desarrollaba la emocionante partida de ambos jugadores eran observadores y alentados por los asistentes hasta que con un grito de júbilo la mujer cantó victoria entre la admiración y los aplausos de los presentes. Segado por cólera, y acusando a la mujer de haber hecho trámpa el bulero en un movimiento brusco e impulsivo le dió una gran bofetada a la alcaldeza, la que del fuerte golpe cayó al piso llorando. En ese momento la furia del hombre se convirtió en susto, al escuchar que todos estaban enojados por haberse atrevido a golpear a la mujer del alcalde.
El bulero, al ver la reacción de los hombres, que furiosamente querían cobrarle la falta de respeto cometida, corrió desesperadamente en busca de refugio . Llegó corriendo a la iglesia la Merced, pensando que sería un buen lugar para esconderse, pero era seguido de cerca por la enardecida muchedumbre que no le permitio cerrar los portones . El asustado hombre entró a la iglesia y se escondió en el altar mayor, debajo de un largo maltel que cubría una de las mesas con objetos religiosos .

Al ver lo que estaba sucediendo los Frailes del convento quisieron impedir el ingreso de las personas a la iglesia para evitar que la profanaran y ofrecieron entregar ellos mismos al hombre, pero los furiosos aldeanos no aceptaron su propuesta y entraron al templo armados de piedras y palos arremetiendo contra todo lo que encontaban a su paso. En su afán de atrapar al bulero le lanzaban piedras y una de ellas impactó fuertemente en la virgen de Mercedes y le hizo una hendidura en su rostro, pero esto no los detuvo, capturaron al bulero, lo sacaron a patadas del templo, lo llevaron hasta La Plaza Mayor del pueblo , que quedaba a unos 100 m de ahí y lo decapitaron luego tomaron la cabeza y lo frieron en olla de aceite caliente .
Horrorizados por el dantesco hecho e indignados por el sacrilegio cometido al templo Los Frailes Mercedarios lanzaron una Maldición sobre el pueblo hasta su quinta generación y partieron rumbo a Guatemala sacudíendose la sotana y las sandalias para no llevárse ni el polvo de aquellas tierras malditas. Desde que los frailes se fueron, el pueblo fue estremecido por varios terremotos y movimientos sísmiscos que derribaron casi por completo muchas viviendas y la ileglesia La Merced. Los pobladores también padescieron de terribles enfermedades comunes y pestes desconocidas que mataron a muchos otros y huyeron intentando salvarse . Poco tiempo después llegó a la ciudad de comayagua un grupo de Sacerdotes Misioneros que conocieron la triste historia del sacrilegio que los pobladores habían cometido a la iglesia La Merced . De gracias se envió una comisión para solicitar a los sacerdotes que entraron al pueblo y ellos accedieron a la petición .
Uno de los misioneros que llegó al pueblo era el sacerdote Manuel de Jesús Subirana, quien conmovido por lo sucedido liberó al pueblo de la maldición, pero acambio los pobladores debían cumplir una condición; debían exhumar los cadáveres de las personas muertas después del horrendo acontecimiento y quemarlos en hogueras. Los pobladores hicieron las cosas así como se las pidió el sacerdote, hicieron las hogueras y quemaron todos los cadáveres.
No podemos asegurar si los acontecimientos nefastos que sucedieron en Gracias después de la maldición de los Frailes fueron producto de ello o fue algo natural. Sin embargo, a pesar actualmente Gracias es un pueblo próspero que mueve la economía del departamento de Lempira, sigue siendo uno de los municipios con los indices de desarrollo humano más bajo de Honduras. Por tal razón los ancianos del pueblo se preguntan si realmente el padre Subirana los libero de la maldición o ésta aún continua.
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